Aunque no lo parezca, esto va sobre diseño web y posicionamiento.

Tengo un amigo que se ha comprado el último modelo de una conocida marca de automóviles alemanes, la verdad es que lo he visto y tiene unas líneas y unos acabados de lujo. Me ha dejado dar una vuelta y la conducción es perfecta.

Tengo un amigo que ha estrenado página web de empresa, la verdad es que la he visto y su diseño web está elaborado con la última tecnología, tiene un diseño y unos acabados de gran calidad. He navegado por varias secciones de la web y la experiencia es perfecta.

Podría seguir con los símiles y tocar precios, extras, capacidades, etc… pero prefiero ir al grano y antes de centrarnos en lo común, vamos a desvelar la diferencia.

Tanto los turismos como las páginas web han dejado de ser artículos de lujo para convertirse en una herramienta de trabajo imprescindible, y es que, mientras que con los coches hemos asumido que sin combustible y sin un mantenimiento periódico dejarían de funcionar, y no cumplirían con la función para la que han sido comprados, con las páginas web de muchas empresas no sucede lo mismo, en la mayoría de los casos permanecen aparcadas y sin combustible, con lo cual a efectos reales dejan de cumplir con la misión para la que han sido creadas.

Una página web tiene mucho en común con un coche, al igual que un automóvil, sin combustible no funciona, aparcada en un servidor ocasiona gastos, anticuada o no actualizada provoca un deterioro de la imagen de nuestra empresa y consecuentemente conclusiones seguramente equivocadas de nuestros visitantes.

Se hace necesario una revisión de nuestra página web y de su diseño, una reflexión sobre la situación de nuestra empresa en internet.

Estamos hablando de tomar decisiones. ¿Podemos seguir como estamos o conviene poner combustible a nuestra web?.

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